domingo, 5 de septiembre de 2010

AGOTADO CAUDAL


Del otro lado estás
piedra insepulta
agotado caudal de mis temores.

Tras el azogue tiemblas.

Te separa de mí la superficie
bruñida y vertical de los espejos.

Silencio en torno a ti.

Solo silencio.

Atrapado en tu cárcel de cristales,
desde el espejo,
tus ojos desmenuzan mis sonrisas.