domingo, 5 de septiembre de 2010

ENTRAMADO



Fue tan fácil .

Destejimos los nudos que enlazaron


absurdas soledades.

Uno a uno cayeron los temores

en espasmo infinito.

Uno a uno se fueron diluyendo

-sombras de luz en el silencio amargo.


La soledad era una mancha gris,

un entramado silencioso y fijo,

mullido observador desde los muros

-ámbito inerte-

fuego precoz en la incipiente furia.


¿Qué vienes a decirme de la ausencia?

Redobló la pared su protectora sombra.


Poblaron esta cárcel los espejos,

se definió la angustia.

¿Qué vienes a contarme de las horas

que machacan veloces mis ensueños?

¿Qué vienes a decir con tu silencio,

llovizna de cristal sobre mi azogue.?

¿Qué vienes a cantar que yo no encuentre

como el coro final del miserere?

¿Qué símbolo perverso pretendes dibujar

en la cripta que acoge tu recuerdo?

DULCE AMARGOR


Siénteme
caudal de embravecido río.
Dulce amargor de vino suculento
ambrosia sin control entre las piernas.

Se despeñan las horas del silencio.
En el fondo del hueco taciturno
desgajase el temblor que me socava.

Apenas flama soy
alumbrando el sendero de tu sexo.

Tócame.
Ahora soy durazno palpitante,
lengua de fuego,
antigua somnolencia.

Bébeme
con esa sed voraz de los deseos
( pausada prisa en sístole perfecta )
movimiento sagrado de los himnos.

Envuelve mis silencios.

En el arco sublime de tu espalda
he de ser un espasmo en agonía.

QUE SUENE EL CARACOL




¿Alguien sabrá tu nombre
y no te nombra?

¿Alguien habrá tejido tus silencios
en el telar de esperas?

Rama donde los frutos se suicidan,
néctar amargo:
envenenas hostil las mariposas,
rasgas el manto insomne,
la atalaya en que moran las angustias.

Que suene el caracol.
Correremos desnudos por la arena
y el viento borrará nuestras andanzas.

AGOTADO CAUDAL


Del otro lado estás
piedra insepulta
agotado caudal de mis temores.

Tras el azogue tiemblas.

Te separa de mí la superficie
bruñida y vertical de los espejos.

Silencio en torno a ti.

Solo silencio.

Atrapado en tu cárcel de cristales,
desde el espejo,
tus ojos desmenuzan mis sonrisas.

LOBO


Yo sabía que eras Lobo
y sabía la crueldad de tus entrañas.

Medí tu fuerza
un día que no había luna.

Supe que tu pelaje
también puede erizarse con caricias.

Abrí la vastedad de los augurios
claudiqué ante tus dientes afilados

Sumisa
dejé que entre mis piernas
tus instintos de fiera acontecieran
y me uní a la manada.

CAMINANTE


No habrá un altar
para oficiar venganza
ni habrá rencores en la duermevela.

Cuando intentes volver,
este silencio
taladrará insensible tus oídos.

No estaré esperando
ni atisbaré tus huellas
ni volveré la vista a los caminos
para hallarte.

Serás grano de arena en mí desierto,
polvo infinito
que esparce por el viento su miseria.

INOCENCIA


En los días de inocencia
quebraste mis espejos.

Suspendidas quedaron las imágenes.
Atroz fue aquel dolor.

Amargo cáliz ,
perversión del alma.

Letanías de angustia

bajan los peldaños
de la escalera que anidó los sueños.

La noche está poblada de quimeras,

abortos de inocencias vulneradas.

SIMETRÍA


Altas las horas son
como los blancos muros
que encierran mi tristeza
o el manchón que estigmatiza la mirada
-bóveda sobre un tiempo figurado,
sombra que se despeña en las angustias.

En esta hora abisal
en este instante en que hurgo
perversa tu recuerdo
no se si soy la telaraña
o el laborioso arácnido
tratando de encontrar la simetría
entre el amor y el odio.

LICANTROPÍA

Licántropo perverso
abre la puerta
deja escapar el alma
prisionera en el ámbar maldito de tus ojos.

Abre las fauces que asesinan sin tregua
la paloma azorada de la infancia.

Abre las manos
que la sangre se escurre entre tus dedos.

HUECO





Quiero que tu cadáver insepulto

sea pasto de los buitres.


Quiero que, enfurecidas,
las hormigas arrasen con tus ojos
y las moscas penetran en tu boca.


Si pudiera volverme escarabajo
entraría por tu oído hasta el cerebro
para borrar
el hueco que habité cuando te quise.

MANTIS SAGRADA





Siembro sobre mi pubis

semillas de amapola desgarradas.


El orgasmo equilibra los sentidos.


Desde lecho infecundo

escucho madurar los frutos en la higuera.



Un océano de sábanas se extiende.

Alcanza las orillas del olvido

y mientras tanto yo,

mantis sagrada,

engullo palmo a palmo

la plácida aridez de tu recuerdo
.

METÁLICA




Desciendo.

Me agudizo.

Metálicos sonidos me perturban.

Ecos desmesuradamente abiertos

se vierten a la espina

de un caracol ardiente.


Un recóndito vértigo me asalta.

Arde la piel ,

la sangre bulle.

Ausencia de silencios me precede.

De pronto el estertor del monstruo cesa,

el gusano metálico murmura,

restalla su latido y retrocede.



A borbotones

en el túnel

la prisa abre sendero.

BESO NOSTÁLGICO




Era el tiempo de amor.


Beso nostálgico saltando la barrera

de mis ansias.

Sublime condición de las esperas.



Los frutos en sazón

se vertían presurosos por las sábanas.

Era el tiempo de amar.



Sólo un temblor urgió

la suavidad de espuma en nuestro pecho.

Tú, tal vez de ceniza revestido

y yo, esquirla de luz,

fuego constante.


¿Qué amarguras poblaron tus entrañas?

¿Qué signos se tatuaron en mis labios

y volvieron añicos los rituales?



Ceniza decadente ,

floración deprimida,

sobre el sudario yacen las esperas.

ESCAMAS


Una a una despréndeme las capas

que recubren mi Yo.

Hunde puñal de fuego

en mis adentros.

Seca la voz en muros desgastados.

Sobre mi soledad

erguido,

canta.

Soberbio desmigaja

mi silencio.

Olas de furia azoten la epidermis.

Engañe esta canción al marinero.

Letal el canto fluya.

Entrega pasional

de mi alma de Sirena

con la Muerte.

Sólo tú

retorna los senderos

de la sorda marea.


Sobre la espuma

tornasoladas

brillen

mis escamas.

SOMBRAS DE LUZ



En este espacio

- al inconsciente uncida-

la primigenia luz

vibra,

se expande.


Es grito que rebosa,

juega y baila,

cánto pagano ,

coqueteo de la vida con la muerte.


En el ojo se clava.

Ramifica estallidos de furia deslumbrante.

La claridad anclada hace tangible

la sombra que no está.


Ahí se funden luz y sombra esquiva,

se concreta el delirio de la mente,

paleta de cristal fondo preciso

espejo lateral que testifica.


Asomado al cristal y los augurios

la palidez del rostro escamotea
reflejos de color
profunda vida

sombras de luz

delirio que se extiende.

GATO





A las 12 del día

- visitante insolente -

el gato abría la puerta.


Inundaban la estancia sus maullidos.

El sol era jinete en su pelambre.

La cola,
e
n
h
i
e
s
t
a,
signo de admiración entre tus piernas.

La mirada del gato

y tu mirada

sin pudor acechaban mis silencios.


Hoy enhebran mi mente los maullidos,

el sol

-chispa de risa abierta en tus pupilas-

y el giro impertinente del felino

ocupando mi sitio en tu regazo.

sábado, 4 de septiembre de 2010

AMANTES


Los he visto desnudos

desvelar el ensueño,

aferrarse sin prisa al dintel de los días,

ebrios de sol y llanto

-como flamas esquivas-

arder sin consumirse.



Y acallan los silencios

su paso inexorable.

Y las ramas descuelguen

macilentas auroras .



Un Edén renacido

cobija a los amantes

mientras quiebra la luz

su desnudez de pétalo.








SUBLIME FUERZA



[ObraPictórica:Teresa de la Cruz.-Monterrey N.L. México]



Yo seré hierba

o luna

o catástrofe

ante la luz sombría.


Seré tu tigra en celo.

Hormiga deambulante sobre la piel.


Y tú serás mi pez,

mi sol,

o mi horizonte

o palpitante esquirla de afonía.

Volcánica aridez

sobre lánguida urgencia.


Serás umbroso viento.

La fuerza tempestuosa,

el empuje sublime

que deshaga el mutismo de mis piedras.
Yo me anclaré a tu sexo

como una gota de agua,

como una golondrina en el cálido nido.

Seré lluvia

o ceniza para apagar los sueños,

el rojo en las espinas,

el pájaro sin alas.

Y me haré de tus besos un velo que me estreche,

serán tus dulces manos arcón de mis deseos.

Yo he de ser el quebranto

de tu sueño impalpable.

Lámpara que en espigas

alumbre tus silencios.