¿Alguien sabrá tu nombre
y no te nombra?
y no te nombra?
¿Alguien habrá tejido tus silencios
en el telar de esperas?
Rama donde los frutos se suicidan,
néctar amargo:
envenenas hostil las mariposas,
rasgas el manto insomne,
la atalaya en que moran las angustias.
Que suene el caracol.
Correremos desnudos por la arena
y el viento borrará nuestras andanzas.