Siembro sobre mi pubis
semillas de amapola desgarradas.
El orgasmo equilibra los sentidos.
Desde lecho infecundo
escucho madurar los frutos en la higuera.
Un océano de sábanas se extiende.
Alcanza las orillas del olvido
y mientras tanto yo,
mantis sagrada,
engullo palmo a palmo
la plácida aridez de tu recuerdo