Déjame estar a solas con mis dudas
déjame ser espacio concluyente,
déjame ir así, tan de repente,
pisando estas espinas tan agudas.
No descubras de mi alma las desnudas
sombras que oculto ¡ay! tan toscamente,
déjame ir así, en la aparente
paz de mis musas que percibo mudas.
Déjame ir así aunque por dentro
me consuma con esta espesa flama,
dulce amargor que habita mis sigilos.
Déjame ir así, que el epicentro
de mi dolor es esta fiera brama
que lastima mi ser con dulces filos.
Maria Elena Espinosa Mata
copyrigth 2010
México