domingo, 3 de octubre de 2010

GLACIARES MARIPOSAS


Deglutes una gota de sangre.


Ahora afilas la daga en mi costado.

Tu sonrisa de refinado lobo

-en las trivialidades encubierta-

salta de tu perversidad.


¿Quién si no tú sería mi carnicero?

que una nube de glaciares mariposas

gestaste en mis entrañas.


El mismo que a mi pecho

sus terribles silencios anudara.



María Elena

copyright 2009